Hace mucho que no hablamos, y eso es porque entre enero y diciembre de 2016 (¡ocho años ya!) te suscribiste a mi newsletter. Para mí, fue un año raro, duro, lleno de sorpresas —algunas buenas, otras muy amargas—, y esta fue una vía de escape que me dio muchas alegrías y me ayudó a atravesar uno de los peores años de mi vida. Luego llegó 2017 e hizo que …
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